A
propósito del próximo lanzamiento de la revista de la Asociación Americana de
Juristas (septiembre – Noviembre 2014), cuyo tema central será la próxima
reforma de la Constitución Chilena proclamada bajo la dictadura y del libro La intervención estatal en la protesta social,
Ernesto Moreau compartió con PdL en su estudio de Buenos Aires, sus opiniones y
conceptos acerca de la reproducción cultural y las estructuras de poder.
Por Robinson Marín Valderrama
Por Robinson Marín Valderrama
Los
últimos 10 años de trabajo, Ernesto Moreau los ha pasado en aquello que
constituye su vocación. Miembro de la
Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de la cual es co-presidente en la Argentina y de la Asociación Americana de Juristas de cuya comisión ejecutiva
continental hace parte, este luchador de base realiza su trabajo cotidiano
buscando no solo generar cambios en la realidad sino en pos de producir un
pensamiento crítico.
Hay en cualquier comunidad un grado de fascinación por lo inexplicable que termina siendo recreado a través de sus discursos identitarios y su savoir faire.
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Hay en cualquier comunidad un grado de fascinación por lo inexplicable que termina siendo recreado a través de sus discursos identitarios y su savoir faire.
La explicación de
porqué nosotros estamos en esta situación en que la clase obrera, el
campesinado apoyan a quienes los explotan o los marginalizan, es difícil de
digerir sin el análisis profundo de cómo se genera el poder, de cómo son las
reglas internas de la sociedad. Esto no es reciente viene de toda la vida:
Digamos los reyes eran dioses en la tierra y la gente lo creía porque siempre
la estructura de poder ha necesitado un elemento sobrenatural y la
creencia en lo sobrenatural es fundamental para la dominación de las
estructuras.
Y sin
embargo uno de los logros de la modernidad el encumbramiento social de valores
apoyados en un discurso racional, parece progresivamente ceder a una inversión
de la operación donde casi cualquier valor encuentra un discurso más o menos
racional ad hoc que busca justificarlo
Uno puede tener
elementos de convicción racionales, la
racionalidad impide al poderoso sostener el poder. Entonces siempre se generan
elementos irracionales: existe una fuente de poder en las cosas inexplicables. tan inexplicables que en ocasiones nosotros
mismos no las podemos explicar como pensadores y opositores del sistema.
Entonces todo esto se mantiene desde dentro de las estructuras de poder: el
pater familias del derecho romano administraba su poder que es el lugar donde
nosotros podemos encontrar las bases mismas de esta sociedad. Todos estamos
inspirados en la sociedad paternalista con una estructura nacida en Roma, o cuyo apogeo lo encontramos en Roma, pero la
cosa va más allá. Seguramente nace cuando aparecen los elementos primeros de
apropiación o cuando el hombre se transforma en sedentario y empieza a cultivar
la tierra, y tiene la posibilidad de acumular riquezas; entonces este proceso
de acumulación necesitó también una ideología que lo legitimara, que legitimara
su proceso de acumulación y constituye un poco el orden divino y el orden legal
sumamente emparentados. La iglesia, las iglesias en general, pero especialmente
la iglesia católica ha sido siempre un músculo del poder siempre fue su
elemento - veamos la edad media, aun la
modernidad, fue el poder judicial del estado cuando el estado estaba unificado
con ella. El poder no lo tenía el poder,
no lo tenían quienes planteaban las herejías, así que enjuiciaban a Copérnico, Galileo, Juana de Arco, a Giordano Bruno, y
lo hizo la iglesia, no propiamente el
monarca; era la iglesia el poder judicial. Es decir, la parte más conservadora
del estado que es el poder judicial lo ejercía la iglesia, entonces bueno, esto
sostenía al estado de alguna manera y esto ha irradiado una ideología que
impide ver lo que hay detrás, es decir las superficialidades.
Esos
valores han tenido durante el siglo XX como lugar de recreación los medios
masivos de comunicación, que sin embargo entrado el siglo XXI, deben
reinventarse para no continuar cediendo ese poder de formación de opinión, a la
web, las redes sociales, los pequeños medios independientes donde se
visibilizan puntos de vista independientes o no producidos desde el poder
dominante.
Cuando digamos todos
los programas de televisión en Colombia en la Argentina, especialmente los
países más dependientes, incluyendo los Estados Unidos –porque son
insoportables a veces los medios de comunicación, la prensa etc., por la
superficialidad que tienen– generan cuadros de ignorancia en las personas,
alimentan la ignorancia en todo el mundo y generan hipótesis de carácter
infantil sobre la construcción del mundo, sobre la realidad, y todos vemos la
realidad como si fuera algo del orden
natural de las cosas; No cómo un orden generado por las estructuras de poder de
la sociedad. Entonces uno recibe la herencia, la pobre herencia de sus padres, o
la inmensa riqueza de sus padres y esta naturalizado con que uno va a ser rico
y el otro va a ser pobre, pero esto nadie mira todo esto, y es de suponer que
estas cosas, pueden algún día llegar a cambiar a ser modificadas. Lo que impide
ver la escena es ideología nada más, ideología basada en la estructura de poder.
En el poder de dominación entonces, cada estructura genera su orden ideológico.
Ahora en esto la edad moderna, el neoliberalismo la lógica de los mercados ha
podido concentrar de manera tan grande el poder, que ha rebasado los estados.
Es decir el poder no lo tiene Bush, tampoco lo tiene Obama ni el juez Thomas
Griesa que condenó por la deuda a la argentina, son apenas súbditos del imperio y el imperio ni siquiera
reside digamos, en los Estados Unidos
sino que reside en la City: el poder económico es quien regla y designa y pone
las condiciones. Y con esto también va
generando una ideología y es cuando un juez en los Estados Unidos dicta una
condena ejemplar contra la argentina.
Tal vez
tematizamos desde dos ángulos sobre lo mismo. Pienso en esa escisión en el
orden de producción de los usos culturales que demostraba Georges Duby a cerca
de los roles y performances de la vida privada y de la vida pública. cuando uno
va a la vida privada no hay en principio esos recursos que pudiesen caracterizarse
como una transmisión de prácticas ideológicas digamos de una madre a un hijo
sino mas bien una transmisión de usos culturales en torno de un núcleo más o
menos duro de valores –y no hablo de la estructura de esa forma del poder, ni
de como decidimos como ciegos optar por un camino cuando no vemos, sino de la
forma de tratar de hacer the right thing, a propósito de ciertos valores y prácticas
transmitidas a través de una práctica cultural.
Porque hay un
mandato. Hay una práctica cultural pero hay también un mandato. Un tipo de tabú
como el tabú del incesto, el tabú del incesto que implica que yo no puedo tener
prácticas sexuales con determinados miembros de la sociedad o que yo estoy
obligada a tener descendencia con determinados miembros de la sociedad, como en
el caso de los casamientos reales. Todo esto tiene como base social un tabú y
este tabú se debe por ejemplo a los mecanismos necesarios para la reproducción de
la sociedad, es decir hay reglas para el intercambio, lo que Claude Meillassoux en
su texto mujeres graneros y capitales plantea como las reglas de intercambio necesario para la
reproducción, porque estas reglas de la familia son imprescindibles para el intercambio,
entonces, la mujer es también intercambiada y tenida como un objeto en las
sociedades primitivas.
Un
símbolo reconocible también en las sociedades industriales al parecer.
Claro y naturalmente
esto se traslada, porque nos preguntamos,
por que ocurren hoy este tipo de cosas y
bueno, llamemos nuestra historia…pero volvamos al tema. Esto genera la
obligación intima de respetar, que no se sabe de dónde viene, que es como el
pan cuando se cae al suelo: hay que besarlo porque es el cuerpo de cristo, o
cuando pasas frente a una iglesia persignarse. Entonces puede ser un acto
inconsciente, pero sostenido en una práctica cultural que a su vez tiene su
ideología. Entonces faltar esas reglas como arrodillarse cuando se pasa frente
a una iglesia puede ser duro para una persona porque está obligado a
hacerlo.
"Por ejemplo, los testigos de Jehova son encarcelados en muchos lugares del mundo por objetar el uso de las armas y no hacer el servicio militar obligatorio. Y ellos prefieren pasar -y yo he defendido a cientos de ellos en la argentina y pedido la reparación sobre ellos- y ellos han sido víctimas y sentían la necesidad la obligación de no hacer servicio militar por más que los torturaran o los mataran, es un imperativo moral ineludible. No pueden dejar de cumplirlos".
Los
discursos identitarios son estructuras narrativas desplegadas desde el pasado
que dan sentido al presente, lo justifican y proyectan un porvenir. Un poco a
la manera de eso que Lyotard identificaba como un recurso de gestión del sujeto
en la modernidad: «El proyecto» el tipo de
recurso que permite darle sentido a lo que hago y conectar su proyección
con lo siguiente. Los discursos identitarios no son falsaciones digamos de la
realidad, sino adaptaciones en su la interpretación en clave épica. Un ejemplo
podría ser para el caso de Colombia, la última década del siglo XX cuando sus
dinámicas institucionales y extrainstitucionales la llevaron a ser considerada
desde una perspectiva técnica como un estado fallido; Sin embargo ese
diagnóstico al interior del país difícilmente fue identificado con la realidad
y más bien estimuló ejercicios narrativos locales concentrados en la
descalificación de las evidencias o la negación. ¿Ese tipo de ejercicios
narrativos podría implicar una limitación para la racionalidad implícita en el
concepto de estado, más bien un favorecimiento de las tácticas del poder
dominante para reinventarse?
Creo que a todos nos
ocurre de distintas maneras en todo el planeta. Todos somos prisioneros del
pensamiento de época. Tratamos de escapar del pensamiento de época, que es un
deseo crítico, y de profundizar la necesidad de una construcción critica; De
ahí que la sociología y la antropología procuren tratar la realidad. Sin
embargo el sistema requiere una adecuación a estos nuevos conceptos para su
expansión, El sistema requiere para su ejercicio productivo un territorio
fértil sin malas hierbas. El mecanismo de producción requiere una homogeneidad
y resulta que de vez en cuando, aparece una calabaza de distinto tamaño, que no
puede ser colocado dentro del mismo tabique para calabazas, entonces esa
calabaza se hace un problema. El sistema requiere que todas las calabazas sean
exactamente iguales, tengan la misma forma y el mismo contenido, porque de otra
manera la producción decae. Esto trasladado en forma brutal a la construcción
de ideología es a diario real, en la manera en que lo ve el imperio y
quienes producen ideología. Y dichas ideologías
son generadas en esta etapa de este siglo, por las empresas de comunicación o
globo, CNN, caracol, y de ese tipo; y
eso forma la realidad, esos medios forman la realidad que es un tipo de realidad consumida vorazmente o con el rabillo del ojo,
porque es la que se escucha o la que es acertada, la que no se discute. Este
adormecimiento de las conciencias es necesario para el orden social dominante.
La
antropología y la cultura hacen parte de los temas que le producen placer a éste
defensor de derechos humanos y para él dentro de su tarea cotidiana –abordar
los delitos de lesa humanidad e intervenir en las causas al respecto a lo largo
de la Argentina– la perspectiva de los derechos humanos debe ser llevada más
allá de la práctica ligada a las garantías y libertades democráticas; debe
llevarse hasta la lucha vinculada a la garantía de los derechos económicos,
sociales, políticos y culturales.
El poder infringe dolor en el cuerpo social y ello no es un asunto accesorio. Penetra en la vida de los hombres y las cambia o las reduce –aunque en otro sentido tenga también la facultad de liberarlas– hace que un trabajador se reconozca a sí mismo como un ser digno de una pausa en el trabajo o simplemente como un peón que debe producir tanto como haga falta. El poder ocurre en la cabeza del hombre y del trabajador: Un hombre puede ser un tirano pero si el otro no compra el discurso ese hombre, el tirano, tendrá menos posibilidades de éxito: La mitad del vídeo ocurre en la cabeza de quien no tiene forma de defenderse y no es extraño que dentro de esa misma cabeza, se siga justificando el recurso del tirano. Querría entonces uno preguntar que recurso le queda a una comunidad o un individuo de un medio donde la realidad no solo es desplegada como una forma de discurso identitario, sino abiertamente como una mentira, como una negación puntual de lo que fenomenológicamente ocurre.
El poder infringe dolor en el cuerpo social y ello no es un asunto accesorio. Penetra en la vida de los hombres y las cambia o las reduce –aunque en otro sentido tenga también la facultad de liberarlas– hace que un trabajador se reconozca a sí mismo como un ser digno de una pausa en el trabajo o simplemente como un peón que debe producir tanto como haga falta. El poder ocurre en la cabeza del hombre y del trabajador: Un hombre puede ser un tirano pero si el otro no compra el discurso ese hombre, el tirano, tendrá menos posibilidades de éxito: La mitad del vídeo ocurre en la cabeza de quien no tiene forma de defenderse y no es extraño que dentro de esa misma cabeza, se siga justificando el recurso del tirano. Querría entonces uno preguntar que recurso le queda a una comunidad o un individuo de un medio donde la realidad no solo es desplegada como una forma de discurso identitario, sino abiertamente como una mentira, como una negación puntual de lo que fenomenológicamente ocurre.
Bueno ahí hay unos recursos que podría llamar naturales. Naturales no en el sentido de naturaleza sino en el sentido de lo propio. La cuestión es la formación de conciencia, como puede uno producir conciencia en el otro o en el otro grupo. Creo que esto pasa por hablar y participar. Hay lugares donde nos reunimos y tratamos de que se forme conciencia, pero una conciencia crítica. Y es el método crítico de estudio que pasa por tomar la realidad, distintos factores de ella y hacer una conjetura después de analizarlos. No se trata de hacer la conjetura y descartarlos. Uno puede tener hipótesis de trabajo pero las tiene que confrontar con una teoría critica que parte de un estudio. Pero en todas las épocas está la lucha por la apropiación y la lucha por la liberación que es un fenómeno propio del capitalismo y de cada etapa en su grado de desarrollo. Pero fijémonos además de la cuestión ideológica, que en la formación de ideología existe una tensión muy importante con un elemento de características folkloricas, casi románticas: Los indios buenos. Cuando vinieron los españoles, portugueses, la iglesia, a américa hubo indios que no eran considerados malos por cuanto obedecían, cuando fueron considerados malos los negros en todo caso. Estos indios podían llegar al cielo y esto dio origen a expresiones folkloricas muy numerosas. El folklore en la Argentina es muy poderoso vinculado con los indios, con los pueblos originarios. Luego mientras la burguesía observaba su pasado hablando de los indios, porque los indios estaban completamente sometidos, la burguesía decía que había que defender esta parte del folkore. Resulta que los indios ahora en las últimas décadas han salido de sus lugares de pertenencia y han generado unas contradicciones dentro del sistema, porque han aparecido los verdaderos indios, los pueblos originarios con sus reivindicaciones, ¿y cuáles son estas reivindicaciones? Son ni más ni menos que las apropiaciones hechas por el capitalismo; los indios reivindican el territorio, que no es el derecho de propiedad del capitalismo sino el territorio, con su hábitat, con su cosmovisión con su forma de relacionarse con la tierra. Todos apoyaban a los indios, los sectores conservadores apoyaban a los pueblos originarios, pero de repente ahora entienden y dicen, ¿cómo me vas a quitar el derecho de propiedad? Entonces en respuesta les quieren dar parcelas. Pero ellos no aceptan parcelas, quieren territorios y esta demanda no puede ser satisfecha por el sistema capitalista. Y aquí hay un ejemplo también de como la ideología formada en determinada práctica cultural, puede ser independiente, porque los indios tienen todavía unos orígenes que no están vinculados con el sistema burgués. Entonces los pueblos originarios no se referencian en los medios masivos de comunicación ni en estas modalidades, entonces desarrollan una independencia desde dentro que es otra forma de escapar y producir una ideología diferente.
Eso tiene que ver con la crisis
del capitalismo. Es una valoración que no podría imaginarse tan fácilmente 300
años atrás porque el sistema era muy poderoso. Ahora la ética que lo sostiene
es una ética podrida que está ligada con el individualismo, que quiebra un poco
la ideología que venía de la escolástica digamos. Tiene un poco las raíces en
Estados Unidos en ese tipo de sectas protestantes financiadas por las empresas
para descontar impuestos. Cada empresa estimula una religión y esto lo que
genera es un profundo individualismo que descompone y transforma al sistema
capitalista, que antes era una máquina perfecta y que quizás también ahora lo
sea pero en otro sentido.
Al interior de esa máquina
perfecta que rol parece posible reconocer a la internet. En el caso de la
poesía latinoamericana en muchos sentidos ha significado una
diversificación, un empoderamiento y una apropiación de contenidos que antes
aparecían aislados cuando no insulares. Y han descubierto sucedáneos en otros
lugares de manera independiente se ha transformado en un recurso
útil legítimo, de crear puentes y líneas de visibilización. Por otra
parte existen actores culturales que descalifican el recurso y no lo consideran
suficientemente relevante en los procesos de reproducción cultural.
En primer lugar tal vez puedas
hacer una poesía o una oda al internet (risas), pero creo que es el fenómeno
de la época. Los chicos ahora no miran televisión, sino están en internet. Es
un fenómeno para observar. A mí me daba temor al principio por el fenómeno de
globalización que como yo lo veo, puede ser más la muerte de las ideas que su
intercambio cultural pero hay una tendencia de globalizar en el sentido de
homogenizar y hacer desaparecer lo diferente. Pero realmente en internet hay un
fenómeno interesante parece que la globalización ideológica no se ha producido:
ese tipo de ecuación de meter todos los frutos en la licuadora y todo sale
homogéneo no ha ocurrido. Parece que de eso internet viene escapando. Habrá que
ver como resuelve el capitalismo brutal esta situación.
Al parecer se ha producido más
una regionalización, algo como una suerte de encuentro de intereses de diversas
comunidades e individuos de forma independiente en diversos planos.
Hay tribus. Hay un formato de
tribus que encuentra toda una manera de defenderse. Pero hay que ver que
herramientas tiene el capitalismo cuando desarrolla sus tácticas salvajes. Cómo
vos decías qué diferencias pueden existir entre Pinochet y Piñera? Bueno, la
diferencia entre Pinochet y Piñera es grande para el sufrimiento de los
pueblos, pero al mismo tiempo en realidad son tácticas del capitalismo para resolver
las mismas situaciones. Son mecanismos tácticos.
Colombia un caso de las
estrategias de re-producción de lo real
En intercambio de ideas y el
diálogo, el acto de escuchar es una evidencia de la capacidad y la disposición
para el reconocimiento del otro. Para Ernesto Moreau aun sí no se está de
acuerdo con el otro, no es posible ignorarlo. Dialogar es reconocer al otro y
en eso, agrega, reside gran parte de su trabajo y su lucha. Desde esta
perspectiva la defensa de los derechos humanos involucra también la lucha
contra la desigualdad, pues las luchas por los derechos humanos políticos
sociales, económicos y culturales ocurren esencialmente en dicho contexto.
En las pasadas elecciones colombianas 2014 hubo una tensión muy importante entre dos grupos de derecha representados por el actual presidente Santos y por el representante del grupo de Álvaro Uribe el señor Zuluaga.
Digamos en Colombia entre esas facciones, hay diferencias tácticas entre ellos. Y Santos también fue un partícipe del proyecto Uribista.
Sin embargo Santos hasta cierto punto se desliga del proyecto uribista y luego al parecer se separa de una manera más abierta del proyecto de extrema derecha.
Digamos que Santos tuvo miedo de lo que ha pasado con los dictadores y Uribe no lo tuvo. Santos tuvo miedo y además se sintió fuerte con el respaldo del capitalismo urbano y financiero. Ahí hay una puja de intereses ante los cuales Santos sigue siendo un sirviente. Él ahora considera, es un tipo menos salvaje, que su camino es uno separado del camino de Uribe, lo que seguramente hará que el pueblo sufra de una manera mas low.
Pablo Hernan Sierra alias Alberto Sierra jefe del bloque paramilitar cacique Pipintá ha suministrado evidencias del tipo de know how (ver enlace) practicado por la derecha colombiana. El afirma que Uribe no solo es un referente de esa derecha sino que es un hombre con un poder más allá de la ley. Y que dicho poder es de tal magnitud que ni siquiera tiene necesidad de la inteligencia militar y que dentro de esa lógica del capital sin boundaries, Uribe Vélez es el comandante integral: es una máquina para hacer dinero, un animal político, un comandante militar y un bandido. Cual es diferencia que para las comunidades puede representar la diferencia entre las prácticas y técnicas políticas existentes entre Santos y Uribe Velez en Colombia.
Hay un orden mundial definido. Esto lo vimos con Gadaffi el del libro verde, que no es el mismo Gadaffi de los últimos 10 años cuando se alía con el imperialismo y de repente hubo algunos problemas entre ellos y le cortan la cabeza. Lo mismo ha ocurrido con Bin Laden que ha sido un aliado y luego también un enemigo. Ha sido la elección entre Uribe y Santos porque Santos está en época: es más moderno que Uribe, un hombre más interesante para la metrópoli imperial, más útil en ésta etapa de la acumulación y no necesitan un carnicero al estilo de Uribe. Necesitan un hombre al estilo de Santos. En este momento lo mejor es la paz y el olvido en Colombia y el sometimiento a las leyes internacionales de comercio. Así que el hecho de que Colombia sea un punto importante de los intereses transnacionales, un país rico, interesante con una gran población y una rica cultura lo hace atractivo. Y pese a lo desesperante que puede ser ver el espacio político reducido a esas alternativas, el polo desaparecido al igual que la marcha patriótica, Santos representa el gobierno del olvido; un poco el borrón y cuenta nueva que además es un poco el criterio de la justicia transicional que es un poco el ejercicio de hacer las paces donde no se juzga a nadie. Este es el gran acuerdo que intenta hacer Santos.
Durante la violencia política en Argentina y Chile hubo una realidad que fue encubierta por las estructuras de poder y los medios masivos de comunicación, que termina siendo develada por la acción de comunidades, hombres y mujeres que evitan que la realidad hubiese sido producida de cierto modo. Que puede significar este hecho material para la historia de una comunidad con un problema particular que podría caracterizarse como la condición de no poder nombrar los hechos cómo ocurren, que no tiene la chance de reconocer su realidad fenomenológicamente.
Esto está vinculado con la lucha. Aquí en la argentina los políticos no tuvieron imaginación ni poder para visibilizar los resultados de las dictaduras. Yo creo que fueron las víctimas. El secreto de acá fueron las víctimas que salieron a la calle. Acá fue toda una generación exterminada y quedaron restos de esa generación. Los familiares de las víctimas los luchadores, los hermanos, las mujeres: –por que las mujeres cuidaban a los hombres, hay una cultura machista entonces los hombres corrían menos riesgos– sin embargo las mujeres presas, y también en razón de ese mismo machismo, fueron violadas y hoy sabemos en qué proporción algo como el 95% y entonces una vez cautivas fueron sometidas a mayor dolor que a los hombres todavía.
La visibilización supone también la chance de poder incluir dentro del imaginario y la memoria, es decir en el núcleo básico de la identidad, secuencias y datos que han sido no visibilizados y que por tanto no son reconocidos ni por los individuos ni por las comunidades como constitutivos de su historia y su identidad; antes bien esos datos no incluidos, no visibilizados –aunque pertenecientes al cuadro, se constituyen en amenazas para la imagen que de sí mismos tienen los grupos humanos y también las personas. En el caso de Colombia hay una parte de la realidad no incorporada al discurso identitario y antes bien rechazada: los distintos planos revelados por las investigaciones de la comisión de verdad histórica dirigida por el profesor Sanchez, los falsos positivos, las tremendas dimensiones de la crisis humanitaria, la dureza y la indiferencia por el dolor del otro como parte de nuestro know how nacional.
Yo creo que en general la gente sabe pero no lo quieren aceptar y es como quien fuma sabiendo que le produce cáncer y sigue fumando igual. Son mecanismos, construcciones sociales. El tema es complejo en verdad. En Colombia hay otro problema: hay una guerra civil todavía. En la argentina hubo una guerra civil pero encubierta, que no llego a la posesión de territorios. Hubo una guerra urbana de dos sectores enfrentados sin posesiones y sin conciencia de la existencia de esa guerra. En Colombia se internalizó lo que lo ha hecho un fenómeno mucho más fuerte. En la guerra no importan los métodos. A nosotros nos pueden importar las reglas de cómo hacer la guerra, pero en Colombia no hubo reglas de cómo hacer la guerra, partiendo del hecho de que fue más poderosa la contienda, así como de la irrupción en ella en las últimas décadas del narcotráfico, el trasvasamiento de eso. Yo creo que por ahí pasa la cosa de la diferencia entre Colombia y la Argentina, en esas percepciones, en esos procesos: porque acá podían salir a reclamar las víctimas y las madres eran respetadas en la calle. En Colombia por ahí no se ha dado ese reconocimiento, pese a la mayor cantidad de víctimas.
Para ir redondeando este dialogo tan estimulante, voy a intentar una confluencia entre los varios puntos que hemos tocado a propósito de las estructuras de poder, la reproducción cultural y la producción social de la realidad a ver que podemos saber de la imagen. Al entrar a Buenos Aires proveniente de Rosario sobre la cabina del peaje había un texto que decía a propósito de los chicos que se encuentran en la calle « La calle no es un lugar para vivir, ayúdalos». La publicidad tiene claves de cómo se conmueve a una comunidad, de cómo se toca su sensibilidad. Y esa formulación era apta para tocar la sensibilidad de la comunidad argentina, si uno formulara algo así en Colombia no se bien que tan buen podría llegar a ser. Y quizás esa es una de las consecuencias más perversas de la guerra sobre la cultura individual y colectiva: la crueldad hacia el otro, la individualidad, el «de malas», la forma en que el otro se hace descartable.
Hay que ver qué pasa en los millones de desplazados, que es lo que hacen, como se organizan, que están haciendo, porque son elementos sufrientes los más desarraigados y mantienen ciertos lazos con sus lugares de origen.
Para esas personas, que puede significar el hecho de que su dolor no sea importante, y que además para gran parte de una comunidad nacional se conviertan en sospechosos por su sufrimiento, que podría significar eso para la condición moral o espiritual de una nación.
En algún sitio debe haber una resistencia por parte de esos sectores y este debe ser un escenario para seguir a través de las ciencias sociales. ¿Quién de todos ellos? Después Colombia tiene una riqueza cultural muy grande, una historia. Ahí hay un gran capital. Como lo hemos hablado en las reuniones de abogados, A mí me asombra como los abogados han sobrevivido a esa carnicería y siguen luchando. Los abogados son los primeros que caen en la lucha. Los abogados, los periodistas. En Argentina también los psicólogos porque en argentina hay mucho psicoanalizado y los psicólogos son un arma. Ahí naturalmente están los más jóvenes, los obreros, los que resisten.